Estimados lectores bloguistas, tengo el agrado de presentarles un nuevo blog creado por Católicos Tradicionales de San Luís Argentina.
La única Iglesia Verdadera fuera de la cual no se puede llegar al cielo a la felicidad eterna es la Católica Apostólica Romana. Las otras mal llamadas "religiones" no son mas que sectas que conducen a la perdición del alma, al infierno, a la infelicidad para siempre. Los medios de santificación solo se encuentran en la Iglesia Católica, las demás solo tienen medios de perdición ya que profesan errores contrarios a la completa revelación.
Dentro de los errores condenados por los sucesivos papas a trabes del magisterio infalible se encuentra el modernismo, la más peligrosa de las herejías ya que ataca desde dentro de la Iglesia diluyendo sus cimientos.
El modernismo hoy ha invadido casi por completo el interior de la Iglesia, de manera que hoy puede apreciarse la gran actualidad de la encíclica pacendi del Papa San Pío X que condena al modernismo, en las ideologías que se han infiltrado en la Iglesia y han contaminado la mente de casi todos los prelados inclusive de los Papas desde Juan XXIII que convocó el Concilio Vaticano II y abrió las puertas de la Iglesia a las máximas del mundo hasta el Papa Benedicto XVI que sostiene sus errores pero que tiene cierta simpatía hacia la tradición.
Dentro de todo el declive moral, espiritual, litúrgica y teológica que inauguró el Concilio Vaticano II, aparece la figura de Mons. Marcel Lefebvre que vió pronto esta devastación y supo obrar en consecuencia oponiéndose a todos los cambios que amenazaban la integridad de la Fe de Siempre. Funda la FSSPX en medio de críticas y condenas, perpetúa su obra ordenando 4 obispos en lo que se denominó "Operación supervivencia" conforme al derecho y al estado de necesidad de la Iglesia. Ante la censura de las excomuniones, por estas ordenaciones, no defeccionó sino sobre todo tomó vigor para negarlas y mantener la Fé ante todas las contrariedades y amenazas de la Roma inficionada de Modernismo. Tras su muerte le sucedió Mons. Fellay que hasta hoy ejerce como superior general de la FSSPX.
En los últimos años Mons. Fellay había pedido dos gestos de buena voluntad al Papa Benedicto XVI para intentar algún tipo de discusión sobre las cuestiones de fondo que han suscitado los problemas en la Iglesia.
El Cardenal Anídale Bugnini, "arquitecto" que diseñó el "Novus Ordo Misae" (la nueva misa), en su libro llegó a afirmar que "tras la reforma litúrgica el rito anterior había sido abrogado conforme a las palabras de Pablo VI en la promulgación del nuevo misal - Quiero que este sea el rito de la Iglesia - " El Papa Juan Pablo II, como un gesto a la sensibilidad de los tradicionalistas, llegó a permitir su celebración a modo de indulto, por cierto tiempo y en la medida que no haya rechazo al nuevo rito.
Hoy Benedicto XVII tras el pedido de liberación de la misa tradicional de Mons. Fellay y la cruzada de rosarios para lograr este favor de la Virgen entre otras intenciones, ha declarado que dicho rito nunca fue abrogado, permitiendo su celebración a todo sacerdote que lo quiera sin padecer por ello ningún tipo de censura ni tener que solicitar ningún tipo de permiso, y esto no solo del misal sino también de todo el ritual anterior a los cambios de Bugnini. Esta gran apertura a la misa y ritos de siempre es un primer e indispensable paso que fue obtenido indudablemente de la Virgen María. La primera reacción del ala progresista no se hizo esperar a la vez que 5000 sacerdotes pedían a la FSSPX el DVD instructivo para aprender la misa que nunca les enseñaron.
El intento del Papa de no desprestigiar a la misa nueva colocándola como rito ordinario y de una misma lex credendi que el rito tradicional al que le inventa la figura de rito extraordinario no ha engañado a nadie ya que cualquiera que reza el rito tradicional sabe que no es lo mismo y como decía un cura amigo "cada vez se hace mas difícil rezar el novus ordo, son dos mundos, dos cosas hasta opuestas" hasta llegar a la mas lógica conclusión de que "evidentemente la misa tradicional marca de modo directo y perfecto el carácter sacrificial de la misa" para luego concluir que la misa nueva se aleja muchísimo del verdadero sentido de la misa, vemos la vigencia de las palabras de Mons. Willianson de que la Misa tradicional traerá las gracias necesarias para que opere un cambio progresivo en la Iglesia hacia la tradición.
La única Iglesia Verdadera fuera de la cual no se puede llegar al cielo a la felicidad eterna es la Católica Apostólica Romana. Las otras mal llamadas "religiones" no son mas que sectas que conducen a la perdición del alma, al infierno, a la infelicidad para siempre. Los medios de santificación solo se encuentran en la Iglesia Católica, las demás solo tienen medios de perdición ya que profesan errores contrarios a la completa revelación.
Dentro de los errores condenados por los sucesivos papas a trabes del magisterio infalible se encuentra el modernismo, la más peligrosa de las herejías ya que ataca desde dentro de la Iglesia diluyendo sus cimientos.
El modernismo hoy ha invadido casi por completo el interior de la Iglesia, de manera que hoy puede apreciarse la gran actualidad de la encíclica pacendi del Papa San Pío X que condena al modernismo, en las ideologías que se han infiltrado en la Iglesia y han contaminado la mente de casi todos los prelados inclusive de los Papas desde Juan XXIII que convocó el Concilio Vaticano II y abrió las puertas de la Iglesia a las máximas del mundo hasta el Papa Benedicto XVI que sostiene sus errores pero que tiene cierta simpatía hacia la tradición.
Dentro de todo el declive moral, espiritual, litúrgica y teológica que inauguró el Concilio Vaticano II, aparece la figura de Mons. Marcel Lefebvre que vió pronto esta devastación y supo obrar en consecuencia oponiéndose a todos los cambios que amenazaban la integridad de la Fe de Siempre. Funda la FSSPX en medio de críticas y condenas, perpetúa su obra ordenando 4 obispos en lo que se denominó "Operación supervivencia" conforme al derecho y al estado de necesidad de la Iglesia. Ante la censura de las excomuniones, por estas ordenaciones, no defeccionó sino sobre todo tomó vigor para negarlas y mantener la Fé ante todas las contrariedades y amenazas de la Roma inficionada de Modernismo. Tras su muerte le sucedió Mons. Fellay que hasta hoy ejerce como superior general de la FSSPX.
En los últimos años Mons. Fellay había pedido dos gestos de buena voluntad al Papa Benedicto XVI para intentar algún tipo de discusión sobre las cuestiones de fondo que han suscitado los problemas en la Iglesia.
El Cardenal Anídale Bugnini, "arquitecto" que diseñó el "Novus Ordo Misae" (la nueva misa), en su libro llegó a afirmar que "tras la reforma litúrgica el rito anterior había sido abrogado conforme a las palabras de Pablo VI en la promulgación del nuevo misal - Quiero que este sea el rito de la Iglesia - " El Papa Juan Pablo II, como un gesto a la sensibilidad de los tradicionalistas, llegó a permitir su celebración a modo de indulto, por cierto tiempo y en la medida que no haya rechazo al nuevo rito.
Hoy Benedicto XVII tras el pedido de liberación de la misa tradicional de Mons. Fellay y la cruzada de rosarios para lograr este favor de la Virgen entre otras intenciones, ha declarado que dicho rito nunca fue abrogado, permitiendo su celebración a todo sacerdote que lo quiera sin padecer por ello ningún tipo de censura ni tener que solicitar ningún tipo de permiso, y esto no solo del misal sino también de todo el ritual anterior a los cambios de Bugnini. Esta gran apertura a la misa y ritos de siempre es un primer e indispensable paso que fue obtenido indudablemente de la Virgen María. La primera reacción del ala progresista no se hizo esperar a la vez que 5000 sacerdotes pedían a la FSSPX el DVD instructivo para aprender la misa que nunca les enseñaron.
El intento del Papa de no desprestigiar a la misa nueva colocándola como rito ordinario y de una misma lex credendi que el rito tradicional al que le inventa la figura de rito extraordinario no ha engañado a nadie ya que cualquiera que reza el rito tradicional sabe que no es lo mismo y como decía un cura amigo "cada vez se hace mas difícil rezar el novus ordo, son dos mundos, dos cosas hasta opuestas" hasta llegar a la mas lógica conclusión de que "evidentemente la misa tradicional marca de modo directo y perfecto el carácter sacrificial de la misa" para luego concluir que la misa nueva se aleja muchísimo del verdadero sentido de la misa, vemos la vigencia de las palabras de Mons. Willianson de que la Misa tradicional traerá las gracias necesarias para que opere un cambio progresivo en la Iglesia hacia la tradición.
A lo largo de los años las Excomuniones a los obispos de la FSSPX ha sido usada, como caballo de batalla por todos los obispos y curas del mundo entero, para desalentar en los fieles cualquier intento de acercarse a algún cura tradicional. La Fraternidad nunca ha aceptado ni acepta la validez de esas pretendidas excomuniones. Dado es que a nadie se le puede levantar una sanción de este tipo sino reniega del supuesto acto cismático que le dió origen. Mons. Fellay como segunto requisito para empezar hablar pidió el retiro de estas excomuniones inválidas y lanzó una nueva cruzada de rosarios por esta intención.
Benedicto XVI larga un decreto donde hace un mix, en una primera parte remite la pena a los cuatro obispos como un acto de misericordia pero en la segunda y última parte declara carente de todo efecto jurídico a todo el decreto de excomunión de 1986 (que abarcaba a Mons. Lefebre y De Castro Mayer). Pese a que no se consiguió su anulación expresa si se ve algo implícito al no requerir a los imputados un arrepentimiento del supuesto acto cismático (recibir las ordenes episcopales sin el mandato de roma) por ello dicha remisión es inválida y solo quedaría como salida la anulación del decreto de excomunión. Lo que el fiel común de la iglesia oficial lee detrás de este decreto es "pero como entonces no son cismáticos, no son excomulgados, ahora puedo ir a ver de que se trata la tradición, ya que estar en ella no implica estar excomunlgado". La reacción del progresismo ante este decreto fue mucho mas feroz que al anterior, buscaron cualquier medio ilícito para desprestigiar al Papa, para humillarle y obligarle a dar vuelta atrás esta decisión que los dejaba sin la bandera de las excomuniones para alejar a los católicos de la tradición. En todo el mundo miles de fieles se acercaron a los prioratos de la FSSPX para conocer la tradición al verse liberados de alguna manera del prurito de las pretendidas excomuniones. Posteriormente los obispos y curas de la oficialidad echaron mano a la falta de jurisdicción para desalentar el éxodo de las fieles a la Tradición.
Estos dos pasos hacia la tradicion que se obtuvieron por interseción de la Virgen María, marca un inicio en la marcha hacia la tradicion de la Iglesia Oficial cuyo Papa hoy Benedicto XVI nunca fue negado por la FSSPX. Es evidente que estos requisitos no se pidieron para la FSSPX sino para la Iglesia Conciliar que renegaba de la misa tradicional y hechaba mano a las pretendidas excomuniones de los obispos de la Fraternidad par excomulgar incluso a la tradicion misma.
Mons. Lefebvre nombró a los 4 obispos por el estado de necesidad de sus sacerdotes, seminaristas y laicos que querían los sacramentes de siempre y la doctrina de siempre. No les asignó jurisdicción alguna a los obispos ya que ello solo corresponde al Papa quien como cabeza de la iglesia la organiza en jurisdicciones. El requisito de la autorización para consagrar obispos no constituía en si mismo un acto cismático sino que podía obviarse si había estado de necesidad de la Iglesia (aunque sea subjetivo) y en la medida que no se asignaran jurisdicciones. Así pues lo único que alegó Mons. Lefebvre para no recibir las sanciones fué la crisis de la Iglesia que había provocado un estado de necesidad que lo obligaba a ordenar y no seguir esperando la autorización postergada de Roma, sin embargo por una mala interpretación de la ley canónica y los oídos sordos a los dichos de Mons. Lefebvre ya en esas instancias conocido por todo el mundo, hizo que mal decretaran las excomuniones en 1986. Cabe aclarar que por dicho estado de necesidad derivada de la crisis general de la Iglesia la FSSPX administra licita y válidamente todos los sacramentos conforme al rito anterior al Concilio Vaticano II.
Luego de esta breve puesta al día de la situación y a partir a aquí queremos trabajar en brindar información completa y un análisis crítico de la actualidad dentro del marco de la moral Católica objetiva, crear un marco de discusión moderado y atacar los errores que pululan hoy en la sociedad y en no pocos católicos que incluso se dicen tradicionales.
También se hace necesario promocionar las actividades de la Capilla San Pío X que es el centro de misa de la FSSPX en San Luis. A la vez que se da publicidad de las misas tradicionales que se celebran a nivel diocesano.
Esperamos cumplir con los objetivos y brindarles todas las herramientas necesarias para formar un criterio correcto y católico de los que acontece a nuestro alrededor, en este mundo cada vez mas alejado del Verdadero Dios. Nos ponemos bajo la custodia del Gran Papa San Pío X, para que interceda por nosotros y podamos plasmar en este blog lo correcto en verdad y caridad para la mayor gloria de Dios.
Mons. Lefebvre nombró a los 4 obispos por el estado de necesidad de sus sacerdotes, seminaristas y laicos que querían los sacramentes de siempre y la doctrina de siempre. No les asignó jurisdicción alguna a los obispos ya que ello solo corresponde al Papa quien como cabeza de la iglesia la organiza en jurisdicciones. El requisito de la autorización para consagrar obispos no constituía en si mismo un acto cismático sino que podía obviarse si había estado de necesidad de la Iglesia (aunque sea subjetivo) y en la medida que no se asignaran jurisdicciones. Así pues lo único que alegó Mons. Lefebvre para no recibir las sanciones fué la crisis de la Iglesia que había provocado un estado de necesidad que lo obligaba a ordenar y no seguir esperando la autorización postergada de Roma, sin embargo por una mala interpretación de la ley canónica y los oídos sordos a los dichos de Mons. Lefebvre ya en esas instancias conocido por todo el mundo, hizo que mal decretaran las excomuniones en 1986. Cabe aclarar que por dicho estado de necesidad derivada de la crisis general de la Iglesia la FSSPX administra licita y válidamente todos los sacramentos conforme al rito anterior al Concilio Vaticano II.
Luego de esta breve puesta al día de la situación y a partir a aquí queremos trabajar en brindar información completa y un análisis crítico de la actualidad dentro del marco de la moral Católica objetiva, crear un marco de discusión moderado y atacar los errores que pululan hoy en la sociedad y en no pocos católicos que incluso se dicen tradicionales.
También se hace necesario promocionar las actividades de la Capilla San Pío X que es el centro de misa de la FSSPX en San Luis. A la vez que se da publicidad de las misas tradicionales que se celebran a nivel diocesano.
Esperamos cumplir con los objetivos y brindarles todas las herramientas necesarias para formar un criterio correcto y católico de los que acontece a nuestro alrededor, en este mundo cada vez mas alejado del Verdadero Dios. Nos ponemos bajo la custodia del Gran Papa San Pío X, para que interceda por nosotros y podamos plasmar en este blog lo correcto en verdad y caridad para la mayor gloria de Dios.
Les Saludo en Cristo y Maria Santísima Fieles de la FSSPX de San Luis.
